Con la llegada del verano, las personas estamos más expuestas al sol. Por eso, es muy importante tomar ciertas precauciones:
No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 10 y las 17 horas) y, al hacerlo es fundamental el uso del protector solar, sobre todo al momento del disfrute del agua, tanto en casa como en el mar. Se aconseja utilizar protector solar FPS 30 como mínimo, incluso los días nublados.
También es muy importante la hidratación posterior a la exposición al sol, por lo que se recomienda el uso de cremas hidratantes luego del baño.
Las y los menores de 6 meses no deben exponerse al sol directo y no deben utilizarse en ellos filtros solares. En adulto/as, se recomienda prestar atención a los signos y manchas que puedan aparecer en nuestro cuerpo, ya que la temprana detección del daño solar, puede prevenir enfermedades, como el cáncer de piel.
Se recomienda evitar comidas muy abundantes; comer fresco, consumir preferentemente frutas y verduras; tomar mucho líquido, agua fresca o jugos a base de frutas, aunque no se tenga sed; evitar infusiones calientes, bebidas alcohólicas y con alto contenido de azúcar.
Usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero y anteojos oscuros. Las lentes previenen diferentes tipos de daños oculares producidos por la radiación ultravioleta, como el riesgo de desarrollar cataratas, quemaduras en la córnea, degeneración de la retina, cáncer de párpados, degeneración macular, entre otros.
Es importante recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor. Los síntomas más comunes pueden ser: dolor de cabeza, sensación de vértigo, náuseas, convulsiones, respiración y pulso débil, elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados centígrados).
Si alguna persona presenta estos síntomas, es importante trasladar a la persona afectada a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo; hacer que mantenga la cabeza un poco alta, e intentar refrescarlo mojándole la ropa, aplicarle hielo en la cabeza; Darle de beber agua fresca y solicitar ayuda médica.
Por eso, ya sea en la ciudad o en la playa, protegé tu piel con protector solar, evitá los horarios picos, comé liviano y fresco, tomá mucho líquido y no olvides proteger tu vista para disfrutar de un verano saludable.
Las recomendaciones mencionadas son basadas en entrevistas realizadas por BenitoNet con profesionales de la salud.
» Por Juan Porcel.